a las 10:10 todo en calma se escucha el llamado de
Bagheera ¡miaaauuuu!
Atenta Jinsei a esta historia sufí
Nasrudín conversaba con un amigo:
—Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
—Sí, pensé —respondió Nasrudín—. En mi juventud
resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y
conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas
de este mundo. Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que
conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces,
resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa
y conocedora de la realidad material.
—¿Y por qué no te casaste con ella?
—¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también
quería un hombre perfecto.
¡miaauuu! este
blog está abierto para sus aportes, siempre solicitándoles: respeto por todo
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