jueves, 23 de julio de 2020

Un gallito


a las 10:10 todo en calma se escucha el llamado de Bagheera ¡miaaauuuu! 

Jinsei, las historias también nos explican el significado de algunas tradiciones, palabas, frases ... por ejemplo esta historia que habla del señor que está en los billetes de 5 colones y la tradición de comer gallos. El asunto es que este señor fue presidente de Costa Rica de 1894 a 1902, era Don Rafael Yglesias Castro.  Como tenía una nariz un poco más grande que el promedio le apodaban “Gallo“.  “Pues bien, siendo él candidato, postulado para la reelección en 1898, se le organizó un acto público en la casa de un conocido político que vivía entre los ríos Tiribí y María Aguilar.
 En aquella época, en que los caminos se limitaban a simples senderos entre fincas, las comunicaciones eran difíciles y no era tarea fácil lograr una convocatoria importante de ciudadanos. Por lo tanto, lo normal era que el anfitrión debía ofrecer, al menos, una merienda básica a los asistentes al mitín. Pues esa vez las cocineras de la casa prepararon frijoles molidos en la máquina de moler el maíz, arreglados a la usanza de la época: fritos en manteca de cerdo y condimentados con mucho orégano y cebolla. Los frijoles se ponían en tortillas palmeadas, las cuales se doblaban por la mitad para cerrarlas en la forma de una empanada, para que quedara más fácil a la hora de repartirlas.
 Dado que a don Rafael se le conocía como “el gallo”, alguna de las cocineras tuvo una brillante idea: a cada una de las tortillas con frijoles, le pusieron un granito de frijol entero, para asemejar un ojo y que la tortilla, así doblada, se pareciera a un gallo. La idea fue un éxito y la gente pedía que le dieran “un gallo” o un “gallito”. Es claro que, desde entonces, a la tortilla doblada con frijoles, aún sin el ojo, se le empezó a conocer, por antonomasia, como “un gallo”. No pasó mucho tiempo para que se llamara gallo, a cualquier alimento que se pusiera en una tortilla doblada.“

¡miaauuu! ja ¡miaauuu! ja, no puedo creer como esta historia sobrevive desde 1898, serían 122 años en el día a día de los ticos. Aquí en casa a la que más le dan gallitos es a la de más edad; se los come con unas ganas y sin mirar para ningún lado, tengo la impresión que no tiene la costumbre como otras visitas de ofrecernos algo de lo que come. 

Cuéntenme si conocen historias como esta en sus países. Por ahora la de más edad me prestó este billete de ¢5 (cinco colones) para que conozcan al protagonista de la historia aunque en esa foto no le veo la nariz tan grande.


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Historia original NahlaMaria

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